En el presente trabajo
se presenta un análisis psicológico de Luis Alfredo Garavito, teniendo en cuenta el positivismo
criminológico concretamente a Enrico Ferri, como uno de sus expositores, tiene por finalidad entender las circunstancias que llevaron a Garavito
a cometer crímenes tan atroces contra menores, y sobre todo evidenciar si
existía por su parte la posibilidad de no haber actuado de forma criminal. La
idea fundamental es comprender a partir de su modus operandi y de lo que se pueda extractar
de su biografía cuáles fueron las causas que
condujeron a llevar a cabo estos Actos tan atroces.
Para tal efecto, se
procederá en primera instancia a plantear la hipótesis original, luego de lo
cual el trabajo ahondará en la teoría del positivismo criminológico desde
Enrico Ferri, pasando luego a reseñar parte de la vida de Luis Alfredo Garavito
y finalmente a establecer las enfermedades que padecía en su personalidad.
Por otro lado esta
investigación no se basa en justificar la conducta de Garavito sino estudiar su
modo de operar y evidenciar el avance o
retroceso en su estado patológico, hablando en términos psicológicos.
Las razón que de llevar
a cabo esta investigación sobre la
situación psicológica de Luis Alfredo Garavito y la profundización en
positivismo criminológico, es básicamente entender las circunstancias que lo
llevaron a cometer los crímenes. Lo anterior se llevo a cabo con base en el análisis
psicológico minucioso que desde antes los
expertos habían realizado sobre este sujeto y que determinó que este hombre padecía de lo que se conoce
como: (TPAS) trastorno de personalidad antisocial como ya se explicara detalladamente
en este trabajo.
Es precisamente la
asombrada observación de la forma de cometer sus crímenes contra personas en
situación de manifiesta inferioridad lo que
hace surgir la pregunta que inspira este trabajo ya que es evidente que
el comportamiento de Luis Alfredo Garavito encaja perfectamente en una
sicopatía sobre la cual usualmente se sabe proviene de trastornos psicológicos
producto de experiencias negativas recogidas a lo largo de la etapa de
consolidación de la personalidad.
“¿SE PUEDE AFIRMAR CON BASE EN LAS TEORÍAS DEL
POSITIVISMO CRIMINOLÓGICO QUE EN VIRTUD DE SU CONFIGURACIÓN PSICOLÓGICA, LUIS
ALFREDO GARAVITO TENÍA UNA PREDISPOSICIÓN INCORREGIBLE A LA TORTURA Y HOMICIDIO
DE MENORES?”
Partiendo de la pregunta planteada en este trabajo es posible
según la hipótesis a la que se ha llegado, afirmar que, efectivamente, la
situación psicológica de Garavito tenía
una connotación particular en virtud de la cual estaba predispuesto a la
comisión de crímenes como los que tanto han conmocionado al país por las
cuales, recibió apelativos como por ejemplo, “la bestia.”
Como se trata de
enrutar la investigación por la línea del positivismo criminológico es preciso
tomar uno de sus exponentes, de los cuales luego de haber estudiado sus
teorías, se ve como el más afín a lo que pretende este trabajo, a Enrico Ferri, desde sus postulados de una
sociología criminal pues en ella analiza factores como la familia, las
creencias religiosas, las relaciones
interpersonales y en general el ambiente y la sociedad que rodean al potencial criminal, puntos de
importante relevancia en el desarrollo de la vida de Luis Alfredo Garavito que
marcaron indudablemente su carácter desviado o criminal con una fijación
particular: la violencia a menores.
El modus operandi de
Garavito encaja en un comportamiento adquirido a lo largo de su vida, por
situaciones de su entorno social inmediato durante su desarrollo personal. Es
pertinente establecer que desde la perspectiva psicológica las conductas
llevadas a cabo por este sujeto tienen precedentes relacionados con hechos
acaecidos en su infancia que marcaron su comportamiento social de tal forma que
lo llevaron a cometer esta clase de delitos atroces, por eso es claro, que lo
que tuvo que vivir en su infancia y adolescencia marcó su vida, al punto de desarrollar lo que
se conoce como “Trastorno de Personalidad
Antisocial (TPAS)”.
Así las cosas las
conductas realizadas por Garavito se dieron por
hechos que de algún modo marcaron su vida y que en tal momento eran totalmente
ajenas a su voluntad. Ahora bien esto en cuanto al análisis psicológico de
Garavito que ya se va a tratar más a fondo durante el desarrollo de este ensayo,
pero en cuanto a las teorías del positivismo criminológico esta determina que lo importante es el delincuente y no el
delito, se estudian las causas que lo llevan a delinquir, emplea un método
positivo experimental con base a la experiencia sensible o empirismo; es decir,
percibir las causas a través de los sentidos: la vista, el oído, el tacto, el
olfato o el gusto.
En resumen, la
hipótesis que plantea este trabajo es: que efectivamente en la persona de Luis
Alfredo Garavito, existieron elementos psicológicos fruto de experiencias
negativas en su infancia y adolescencia que marcaron tanto su vida que lo
desviaron fuertemente hacia la comisión de delitos contra los niños al punto de
hacer casi nulo su libre albedrío y para esto se demostrará citando las teorías
de Enrico Ferri, representante de la escuela del positivismo criminológico en
lo referente a algunos elementos sociológicos como determinantes de la conducta
criminal en las personas.
LAS TEORÍAS DE FERRI
Enrico Ferri exponente del positivismo
criminológico hace sus observaciones
basado en ciencias como la antropología, la psicología y la estadística
criminal y aborda el problema de la criminalidad en uno de sus muchos aspectos:
la relación que existe entre el autor del delito y la sociedad.
Los factores antropológicos, físicos y
sociales son los determinantes en la conducta criminal de las personas al punto
de que no vale la pena considerar situaciones como el libre albedrío como base
del derecho penal, con lo que se llega, según Ferri, a poder afirmar que el
delincuente es un ser anormal en lo
psíquico.
Como no es posible abordar estos temas
sin el auxilio de la psicología, ciencia a la que también acude Ferri para la
elaboración de sus tesis se hace necesario preguntarle a ella lo qué opina
respecto de conductas notoriamente desviadas que incluso pueden tildarse de
anormales dentro de- por llamarlo de
alguna forma y sin otorgarle calificativo de normalidad al delito- la
normalidad delictual y frente a esto se encuentra un concepto que sostiene:
“El hombre es la única especie que
puede controlar sus impulsos, característica que lo distingue del resto de los
animales, sin embargo, ese mecanismo inhibidor en algún momento no funciona
provocando una descarga impulsiva que no llega a pasar por la corteza cerebral
e impide la oportunidad de reflexionar.
Desde el punto de
vista psicológico un criminal es una persona con algún tipo de trastorno
mental. En la gran mayoría de los casos se trata de personas que han sufrido
experiencias traumáticas de abandono o abuso en la niñez que han alterado su
proceso de pensamiento y su conducta o criados en un ambiente con valores
opuestos a las normas que rigen en la sociedad en que viven”.[1]
Al unir esta líneas psicológicas al
pensamiento de Ferri se tiene que, según este criminólogo “las razones por las cuales el hombre es delincuente son ajenas a su
voluntad, el delito no existe, existen
enfermedades que bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su vida”[2].
Por esta razón el estudio criminológico de Enrico Ferri fue centrado en características psicológicas, ya no físicas
como otros exponentes del positivismo criminológico, v gr. Lombroso, las
cuales, sin duda, eran las responsables del desarrollo de la criminalidad en el
individuo.
El resumen de su teoría definía la psicología criminal como una resistencia defectuosa de las tendencias
criminales y las tentaciones, debido a una impulsividad desbalanceada que
caracteriza solo a los niños y a los salvajes.[3]
Para Ferri, existían varios factores
del delito los cuales agrupaba por categorías así:
1.
Antropológicos:
constitución orgánica; psíquica y características personales
2.
Factores físicos o
cosmotelúricos: Clima, la naturaleza del suelo, la producción agrícola, etc.
3.
Factores sociales
(ambiente social): Densidad, costumbres, religión, familia, alcoholismo, las
leyes civiles y penales.[4]
Es evidente que para el caso concreto
de este trabajo, llama la atención el estudio los primeros y los últimos con lo
que quedará demostrada la hipótesis de que Luis Alfredo Garavito tenía imposibilidad
psicológicamente hablando de actuar frente a los menores sin agredirlos y para
ello será también necesario conocer un
poco de su historia.
BIOGRAFÍA DE GARAVITO
Luis Alfredo Garavito Cubillos
nació en Génova, Quindío (Colombia), el 25 de enero de 1957. Fue el mayor de
siete hermanos y durante su infancia vivió la falta de afecto y el maltrato
físico por parte de su padre. Según su testimonio, fue víctima de abuso sexual
y además sufrió golpizas. También dos vecinos lo estuvieron violando durante años.
Se convirtió en un chico retraído,
taciturno, profundamente infeliz, que tenía explosiones violentas. Vivía en
Génova, un pueblo de praderas verdes y cafetales, en el departamento del
Quindío en Colombia. Estudió hasta quinto grado de primaria y un día se marchó.
Nada se sabe de su familia, tan sólo de un primo que le facilitó una buena
coartada en alguna ocasión.
Tuvo varios trabajos, generalmente
en almacenes como vendedor. Hasta principios de los noventa intentó llevar una
vida normal. Pero ya era alcohólico y tenía accesos de ira que le movían a
golpear a sus compañeros y a enfrentarse con sus jefes.
Cuando rondaba los treinta y cinco
años, decidió someterse a tratamiento psiquiátrico en el Seguro Social. Lo
recibió durante cinco años y si bien no le ayudó a corregirse, el certificado
médico de tratamiento le sirvió varias veces para impedir que le despidieran
por violento.
Cada día su comportamiento era
menos sociable y le resultaba imposible mantener un empleo formal. A mediados
de los noventa comenzó a recorrer el país como vendedor ambulante. Vendía
estampas religiosas con la imagen del Papa Juan Pablo II y del Niño del 20 de
Julio, uno de los más venerados en Colombia.
En esos años dejó un reguero de
telegramas a sus mujeres y a algunos amigos. Eran mensajes cortos, sobre la
fecha en que llegaría a algún sitio o indicando que se encontraba bien. De vez
en cuando volvía a su casa. Con las dos mujeres con las que convivió mantenía
una relación compleja, como marido y protector, pero nunca como amante.
A Garavito le gustaban los niños y
era muy cariñoso con ellos. Pero al alcoholizarse su violencia afloraba y se
convertía en un monstruo. Golpeaba a las dos mujeres con las que convivió en
diferentes momentos, pero, curiosamente, nunca le pegó a los dos hijos que cada
una de ellas tenía, y que eran fruto de otras relaciones.
Sobre eso, Garavito alguna vez
escribió:
“Siempre desde niño tuve muchas
frustraciones, todo me salía mal, yo fui un hombre bueno, sufría y me daba
mucho dolor cuando los demás sufrían. Había algo que me acontecía, no sé, que
repasaba era algo extraño que me obligaba a ser esto y embriagarme y cuando
volvía a mi estado normal yo sufría terriblemente porque yo a nadie le podía
contar qué era lo que me pasaba, que era algo extraño y terrible; mas nunca me
metí con los hijos de mis amigos y de la gente que era buena conmigo, yo los
respetaba, antes los aconsejaba al bien, los veía como si fueran mis propios
hijos, mas la señora que compartió el techo conmigo al hijo de ella yo lo
quería como si fuese un hijo mío, nunca lo irrespeté ni con mi pensamiento”.[5]
En el documental “EN LAS MANOS DE DIOS”[6] elaborado por Guillermo
Prieto La Rotta (Pirry) Garavito revela además cómo tuvo que soportar la
violencia de su padre sobre él y sobre su madre, lo que le generó un inmenso
miedo hacia la figura paterna además de confesar que desde muy temprana edad
comenzó a ser víctima de abuso sexual de forma reiterada y a sentir, luego,
inclinaciones fuertes de tipo homosexual.
“En la etapa de la juventud, aproximadamente
entre los 17 y los 24 años, los asesinos en serie, como Luís Alfredo Garavito
fueron incapaces de tener relaciones sexuales normales. Así comienzan a
aparecer las fantasías en las que mezclan sexo con agresividad y deseos de
poder y dominación. Esta agresividad evidentemente se relaciona con el
sufrimiento psicológico o físico para las victimas de individuos con sadismo
sexual.
A los 12 años el mundo de Garavito
se volvió aún más sombrío porque un vecino, el mejor amigo de su papá, comenzó
a golpearlo, torturarlo y violarlo. Este abuso marcó su vida porque a los 15
años, después de frustrantes y desesperados intentos por tener relaciones
sexuales con mujeres, comenzó a sentir atracción por otros hombres. Respecto a
ello se puede concluir que la conducta de Garavito tiene unos orígenes en cierta época de su vida y que además en
gran parte la sociedad influyó mucho para contribuir con su forma de ser, es
decir él no actuó porque nació genéticamente con tal conducta, es decir, no es
una conducta hereditaria, sino que factores ajenos a su voluntad cambiaron su
perspectiva de vida e influyeron para cometer los crímenes sin ser un
justificante de los mismos”.[7]
Como se puede observar, la vida de este
hombre, en sus inicios fue realmente complicada, lo cual no es en ningún
momento excusa para la comisión de delitos, mucho menos de tipo tan aberrante
como los realizados por él sin embargo si fue suficiente para marcar
sustancialmente su comportamiento y generarle fuertes inclinaciones desviadas
generando una enfermedad en su personalidad conocida como el trastorno de personalidad antisocial (TPAS),
del cual será preciso hablar a continuación.
EL TPAS[8]
Es una afección de salud mental por la
cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o
violación de los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo.
Causas, incidencia
y factores de riesgo
Las causas del trastorno de
personalidad antisocial se desconocen, pero se cree que factores genéticos y el
maltrato infantil contribuyen a su desarrollo. Las personas con padres
antisociales o alcohólicos están en mayor riesgo. Los hombres resultan de lejos
muchísimo más afectados que las mujeres y esta afección es común en las
personas que están en prisión.
Síntomas
Una persona con trastorno de
personalidad antisocial puede:
- Ser
capaz de actuar jovial y encantador
- Ser
buena para adular y manipular las emociones de otras personas
- Quebrantar
la ley constantemente
- Descuidar
su propia seguridad y la de los demás
- Tener
problemas de consumo de drogas
- Mentir,
robar y pelear con frecuencia
- No
mostrar culpa ni remordimiento
- Estar
a menudo enojado o ser arrogante
Signos y exámenes
Como otros trastornos de la
personalidad, el trastorno de personalidad antisocial se diagnostica con base
en una evaluación psicológica, al igual que en los antecedentes y la gravedad
de los síntomas.
Para
diagnosticar trastorno de personalidad antisocial, una persona tiene que haber
tenido trastorno de conducta durante la niñez. Situación esta que quedó demostrada con
la biografía de Luis Alfredo Garavito.
LA PERSONALIDAD DE
LUIS ALFREDO GARAVITO
Joe Navarro “perfilador criminalístico
del FBI” entrevistado por Pirry en el mencionado documental “EN LAS MANOS DE
DIOS” dice: “La personalidad de Luis Alfredo Garavito es una personalidad
patológica. Primero es un narcisista y segundo es un antisocial, lo que se
llama, un psicópata”
Por otra parte, un estudio llamado
“PERFIL DE LUIS ALFREDO GARAVITO Y PERFILES ASOCIADOS”[9] en la universidad Pontificia Bolivariana,
donde también se cita Joe Navarro, afirma que a Garavito se le diagnosticó
Trastorno de Personalidad Antisocial (TPAS). De este estudio se tomarán
literalmente algunos aspectos para soportar esta argumentación.
CARACTERÍSTICAS DE LA
PERSONALIDAD DE GARAVITO QUE ENCAJAN CON EL TPAS
A continuación, del estudio mencionado,
se citan algunas características de la personalidad de Garavito que lo enmarcan
dentro del TPAS con ello se podrá ver cómo
1. Ausencia de
empatía en las relaciones interpersonales
En el caso de luís Garavito, se puede
evidenciar lo anterior, teniendo en cuenta que éste en el momento de violar a
sus víctimas, no sentía ninguna clase de compasión por el sufrimiento que
experimentaban los niños, sino que por el contrario se jactaba de cada
situación y de cada crimen cometido
2. Ausencia de
miedo
Existe una falla en el aprendizaje de
las experiencias y una ausencia de ansiedad en los individuos con
personalidades antisociales, esto significa que aunque las conductas pueden ser
castigadas, los individuos con este tipo de personalidad pueden repetirlas y
con frecuencia muestran poca angustia y ansiedad. En el caso de Garavito se
mostró un alto grado de intrepidez, el día de la captura, ya que a pesar de
que, los policías se encontraban haciéndole un interrogatorio, al principio, se
mostró con una mirada serena, muy tranquilo, educado y aparentando ser una
persona muy noble y respetuosa.
3. Ausencia de remordimiento
Una característica esencial que puede
evidenciarse en las personas que padecen el trastorno de personalidad es que
sus declaraciones de arrepentimiento son simples ajustes oportunistas diseñados
para resolver por el momento situaciones de apuro. Garavito en su declaración,
manifestó sentir culpa por todos los actos cometidos, dijo: "pido perdón a
Dios, a mucha gente, a la sociedad y a la justicia; pido perdón porque yo sin
quererlo hacer, algo me empujaba dentro de mi ser a cometer todos estos
delitos". De lo anterior, se hace difícil deducir si realmente era sincero
en su declaración o si por el contrario lo que buscaba conseguir era el no ser
juzgado y condenado con muchos años de prisión. (aranguren, 2002).
4. Autoestima
distorsionada
Se ha encontrado, que los sujetos
antisociales realizan autovaloraciones negativas en ciertos ámbitos (familia,
ámbito académico), como en el caso de Luís Alfredo Garavito quien reportó ser
una persona introvertida, con sentimientos de incapacidad, complejo de
inferioridad y frustración constante, porque él no podía aceptarse como era, se
veía como un ser inmundo tapias et als.(2003) además en la revista semana
(1999), se aclara que Garavito realizaba sus crímenes, para autoafirmar su
grandiosidad y que se excita con el riesgo y le encanta la sensación de dominio
y del ejercicio de un papel superior.
5. Búsqueda de
sensaciones
Las personas con trastorno antisocial
tienden a la constante búsqueda de sensaciones, impulsividad y falta de
socialización.
Esto se relaciona, con Luís Garavito,
quien cada vez utilizaba nuevos métodos para satisfacerse, ya que no solamente
se conformaba con violar a sus víctimas, sino que también tenía que torturarlas
y matarlas
6. Cognición de
Deshumanización de la víctima
Los individuos con trastorno de
personalidad antisocial tienen una cognición distorsionada de sus victimas, lo
que genera una deshumanización marcada hacia ellos.
Esta cognición se refleja en el modus
operandi, que Garavito utilizaba en el asesinato de los niños. En la Revista
Semana (1999), se relata acerca del comportamiento de Garavito con sus
victimas; "Empezaba por atar a los niños y luego los desnudaba mientras
les pasaba sus manos por sus cuerpos. Los niños gemían y lloraban y él, para
sentirse más fuerte, se refugiaba en el alcohol, borracho, los acuchillaba, los
violaba y los degollaba, esta macabra acción la repitió, según su propia
confesión, 140 veces".
7. Desconsideración
o distorsión de las consecuencias
Cuando las personas deciden realizar
actividades que son perjudiciales para los demás, ya sea por motivos de
provecho personal o por móviles sociales, evitan enfrentarse o minimizan el
daño que causan.
Según Joe Navarro, los sujetos con
TPAS, no toman responsabilidades de sus actos y buscan una excusa para los
mismos, sin reconocer su verdadera culpabilidad, lo cual se corrobora con el
discurso de Luís Alfredo Garavito, en el que afirmaba que sus actos fueron
causados, debido a que había vendido su alma al diablo, por lo que, en los
momentos en los que había cometido el asesinato de los niños, realmente no se
podía controlar.
8. Egocentrismo
Las personas con trastorno de
personalidad antisocial se preocupan de sus propias necesidades y deseos y no
les importa a quien puedan herir para lograr sus metas.
La presencia de este rasgo puede
evidenciarse, cuando Garavito se sentía importante cada vez que veía como sus
actos eran registrados en primera página. Su obsesión por recibir
reconocimiento lo llevo a convertir en fetiche cada artículo de prensa que
sobre él o sus actos se publicó, estos los guardo durante años, como trofeos
9. Impulsividad
La impulsividad es una dimensión de la
personalidad caracterizada por un paso a la acción instantánea, sin la debida
reflexión previa. La impulsividad patológica se caracteriza por una inadecuada
planificación de los hechos, sin valorar las consecuencias de los actos.
Este rasgo puede verse ejemplificado en
el caso de Luís Garavito, él mismo informa que no podía controlar sus impulsos
de violar a sus víctimas, en especial cuando se encontraba bajo el efecto del
alcohol
10. Locus de control externo
Los individuos que presentan el
trastorno de personalidad antisocial, generalmente identifican los
acontecimientos que les suceden como resultado de fuerzas ajenas o externas a
ellos mismos y que éstas actúan independientemente de sus actos
Un ejemplo que muestra la relación
entre el locus de control externo y la psicopatía, es el caso de Luís Garavito,
quien atribuía la culpa de sus actos al maltrato que sufrió en su infancia por
parte de su padre y otras personas quienes abusaron sexualmente de él.
11. Manipulación ajena
Los individuos diagnosticados con el
trastorno de personalidad antisocial, son por lo general manipuladores,
utilizan a los demás para el logro de sus objetivos y no dudan en aprovechar
las debilidades ajenas, que suelen descubrir rápidamente si son inteligentes, y
así mismo poder conseguir lo que se proponen sin importar la cantidad de
engaños que puedan decirles a los que se encuentran a su alrededor
En el caso de Luís Garavito, éste
recurría al engaño y a la manipulación con el fin de ganarse la confianza de
los niños, para así poder lograr su propósito y violarlos, satisfaciendo así
sus deseos. Además de lo anterior, Garavito convivía con mujeres que no eran
sus parejas, sino sus amigas, ellas tenían hijos y le servían para transmitir
la imagen de una persona adaptada a la sociedad y evadir las pesquisas de los
investigadores judiciales
12. Motivación de auto justificación
En cuanto a la justificación, en
general, los sujetos psicópatas y los individuos con trastorno de personalidad
antisocial tienen una relación distorsionada con el resto del mundo, en la que
todo lo que hacen se justifica, esencialmente, por el solo hecho de lo que
hacen ellos.
En el caso de Luís Alfredo Garavito, él
justifica sus actos criminales por el maltrato y humillaciones que había
sufrido en su infancia, tanto por parte de su padre como de sus compañeros de
clase. Cuando algunos psicópatas y asesinos en serie refieren haber sido
victimizados en la infancia por una crianza inadecuada, padecieron eventos
traumáticos, que evaluaron y estructuraron muy negativamente sus experiencias y
utilizando estas para justificar su conducta.
Todo este conjunto de características
muestran que evidentemente la personalidad de Luis Alfredo Garavito estaba
sumamente desviada y muy inclinada a la comisión de graves delitos y que por
esa razón su voluntad estaba sumamente viciada, totalmente doblegada ante su
ímpetu criminal que se incrementaba a medida que lo saciaba.
Puestas así las cosas se pasará a la
conclusión de este trabajo estando en ella a lo que el hilo conductor de esta
investigación la ha llevado.
CONCLUSIONES
Todo el conjunto de características en
las que encajó Luis Alfredo Garavito con el TPAS quedan perfectamente en
consonancia con el centro de la atención
que Enrico Ferri tenía en los criminales pues éste “Cuestionó el énfasis en características fisiológicas de los criminales,
campo de estudio de Lombroso. En su lugar, se centró en el estudio de las
características psicológicas, que creía eran las responsables del desarrollo de
la criminalidad en el individuo. Estas características incluían el habla, la
escritura, los símbolos secretos, el arte y la literatura, así como la insensibilidad moral y la falta de
repugnancia a la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión, y la
ausencia de remordimiento después de cometerla.
Alegó
que los sentimientos como la religión, el honor y la lealtad no contribuían al
comportamiento criminal, pues estas ideas eran muy complicadas para tener un
impacto definitivo en la moral básica de las personas. Argumentó que eran otros sentimientos, como el odio, el amor, la
vanidad los que influenciaban grandemente pues tenían más control sobre la
moral de las personas[10].”
Por lo anterior, como fruto de
este pequeño trabajo en el que se parte de la aceptación como cierta de
la teoría positivista de Enrico Ferri, en cuanto aseguran que son las
características psicológicas las responsables del desarrollo de la criminalidad
en el individuo, y se aplica al comportamiento delictual de Luis Alfredo Garavito,
se puede concluir que la conducta
desarrollada por él no podía ser de otra manera por cuanto a causa de su estado
patológico (TPAS) su libre albedrío era casi totalmente nulo y solo bastaba que
se encontrara en circunstancias
propicias - como el estar cerca de niños y/o en estados de estupefacción
por sustancias como el alcohol o drogas- para que automáticamente se despertara
impetuosamente el deseo de torturar, violar, y finalmente asesinar menores de
edad.
[1]Psicología Criminal La guía de
psicología. disponible en: http://psicologia.laguia2000.com/general/psicologia-criminal#ixzz2BjctGkwD
recuperado el 1 de Noviembre de 2012.
[2]
Disponible en: http://maestriaiupolcplc.blogspot.com/2011/01/la-criminologia-moderna.html
Recuperado el 01 de Noviembre de 2012.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
[5]
Para conocer más ampliamente esta biografía se puede visitar: http://escritoconsangre1.blogspot.com/2009/04/luis-alfredo-garavito-bestia-de-genova.html.
Link recuperado el 7 de Noviembre de 2012.
[6] Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=EFSvj6idjys Minuto 5:37 Recuperado del 02 de Noviembre de 2012.
[7]
Ibíd.
[8]
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000921.htm.
Recuperado el 3 de Noviembre de 2012
[10] http://maestriaiupolcplc.blogspot.com/2011/01/la-criminologia-moderna.html.
Recuperado el 02 de Noviembre de 2012.